Esmeralda Amézquita le dijo adiós al Desafío Súper Humanos
Esmeralda Amézquita le dijo adiós al Desafío Súper Humanos, la cafetera perdió el desafío a muerte contra el santandereano Juan Carlos.
La competencia ya vivió su primer desafío a muerte, y en él la bicicrosista cafetera Esmeralda Amézquita le dijo adiós al Desafío Súper Humanos luego de perder la batalla contra Juan Carlos Arango de los santandereanos.
Después de la masacre que vimos en el primer capítulo del desafío en donde salieron nada menos que 17 participantes, la competencia entró en una nueva etapa en donde los equipos ya compitieron para repartirse las playas en el desafío territorial. Posteriormente y como es habitual, los equipos compitieron en el desafío de salvación para ganarse su permanencia en el juego, y luego en el desafío final, en donde los dos equipos con el peor desempeño deben escoger a un representante cada uno para batirse en un duelo en el desafío a muerte y así saber quien abandona la competencia. En este primer desafío a muerte los equipos en riesgo eran los santandereanos y los cafeteros que enviaron a Juan Carlos y Esmeralda respectivamente, para competir en una prueba en la finalmente se impuso el oriundo de Santander por muy poco.
Desafío de salvación
Una vez los equipos compitieron por los territorios, todos tenían sed de venganza contra los cachacos que, no solo se impusieron en la primera prueba territorial, sino que también eliminaron a contrincantes fuertes de los otros equipos. Y con base en estos hechos, los demás equipos buscaban revancha en el desafío de salvación que este año tiene un nuevo formato, pues no compiten todos contra todos sino por parejas, naturalmente las tres parejas que ganan se salvan y las otras tres van al desafío final.
Dicho lo anterior y una vez en la prueba, se hizo el pertinente sorteo para saber cómo serían los duelos. Y en esta ocasión los cachacos se enfrentaban a los cafeteros, los antioqueños contra los vallunos y los costeños contra los santandereanos. La prueba era tipo crossfit en donde los participantes debían cargar unos cilindros y transportarlos a través de una pista de obstáculos y quien llegara primero vencería.
En el primero los cachacos volvieron a dejar en claro que son un gran equipo y “aplastaron” a un débil equipo cafetero que no ofreció mayor resistencia. En el segundo duelo, se vio una lucha más equilibrada en donde los del Valle se impusieron a los antioqueños, aunque Angélica terminó lesionada pero sin mayores consecuencias. Ya en el último duelo, los costeños fueron superiores a los santandereanos, que conformaban así el trío que tendría que disputar la permanencia en el desafío final.
Desafío final
El desafío final trataba de una prueba que ya se ha visto en otras ediciones del reality: un miembro del equipo debe guiar a sus compañeros que tienen los ojos vendados para que estos atraviesen una pista y cumplan un objetivo, que en este caso era insertar figuras en su respectivo molde, una prueba de comunicación más que de otra cosa.
Aunque llegaron al final de la pista en último lugar, los vencedores fueron los antioqueños que insertaron correctamente las piezas en su lugar, lo que condenó a santandereanos y cafeteros a desafío a muerte y así luchar por no perder un concursante.
Desafío a muerte
Antes de ir al desafío a muerte, cada equipo debía pasar por un juicio en el que por votación elegirían al competidor que debía ir al desafío a muerte. Sin embargo, en un acto de gallardía y sacrificio, Juan Carlos de los santandereanos, quien terminó el desafío de salvación con los dedos entablillados por una lesión, dijo que votaran por él y se postuló voluntariamente para ir al desafío a muerte.
Por su parte, los cafeteros emitieron la votación que dio como resultado la elección de Esmeralda para ir al desafío a muerte.
Ya con la suerte echada, Juan Carlos y Esmeralda se enfrentaron en una prueba que tenía varios obstáculos y en la que era preciso tener mucha pericia, coordinación y hasta puntería para vencer. Al final el santandereano se impuso por muy poca diferencia a la bicicrosista que fue la primera eliminada del Desafío Súper Humanos por este medio.
La competencia ha entrado en su punto más dinámico y ya se empiezan a distinguir los fuertes de los débiles. En el caso de los cafeteros, el equipo se ve muy frágil no solo porque es el que menos concursantes tiene, sino porque a los pocos que quedan se les ve agotados física y sicológicamente, especialmente a Gillola. Habrá que esperar si pueden superar esta situación adversa y meterse de nuevo en la competencia.